La Firma Electrónica Cualificada o firma digital es "un tipo particular de firma electrónica avanzada basada en un sistema de claves criptográficas, una pública y otra privada (criptografía asimétrica), correlacionadas entre sí, que permite al titular mediante la clave privada y al destinatario mediante la clave pública, respectivamente, poner de manifiesto y verificar la procedencia e integridad de un documento o conjunto de documentos informáticos".
En palabras más sencillas, es un método matemático por el que se puede demostrar la autenticidad de un documento digital enviado entre el remitente y el destinatario.
La firma electrónica, sin embargo, debe ser capaz de cumplir todos los requisitos que, inevitablemente, aparecen ligados a la firma de una escritura; hablamos de los tres requisitos de autenticación, integridad y no repudio.
Firma electrónica y autenticación
En cuanto a la autenticación, la firma digital es una herramienta que se utiliza precisamente para autentificar al emisor y garantizar que el documento ha sido enviado por ese emisor.
Firma electrónica e integridad
A efectos de la integridad del documento, la colocación de la firma digital significa que cualquier cambio realizado en el texto después de la firma lo anula.
Firma electrónica y no repudio
Por último, una característica fundamental de la firma digital es el no repudio, es decir, la imposibilidad de no reconocer el documento firmado como propio.
Estas características fundamentales de la firma electrónica se garantizan mediante un sistema criptográfico binario por el que a cada titular de la firma se le asigna un par de claves (dos números binarios con una longitud de al menos 2048 bits), que le son asignadas por la entidad certificadora que emite al titular un certificado digital que asocia el número binario a su identidad.
Estos requisitos, que son fundamentales y básicos para una firma electrónica, no son, sin embargo, suficientes para constituir una prueba de autenticidad e integridad de la firma.
De hecho, existen niveles adicionales de seguridad como la FEA (Firma Electrónica Avanzada) y la FEC (Firma Electrónica Cualificada).
Esta última representa la última frontera en el campo de la validez de las firmas electrónicas, ya que se basa en un certificado electrónico cualificado con un efecto legal equivalente al de una firma manuscrita, lo que le confiere el mismo valor, permaneciendo inalterado y sin cambios a lo largo del tiempo.
Por cierto, cabe destacar que en algunos ámbitos administrativos de la administración pública se exige obligatoriamente la firma electrónica cualificada o avanzada: hablamos de los procedimientos judiciales telemáticos, la presentación de actos administrativos concretos ante la administración pública y los balances de las empresas.
Pero la firma electrónica reconocida también se ha hecho necesaria en el sector privado, convirtiéndose en una herramienta indispensable como consecuencia del proceso de desmaterialización que se está llevando a cabo desde hace varios años.
Las firmas digitales pueden ser colocadas por medio de una variedad de dispositivos, cada uno de los cuales tiene características específicas:
Para aquellos que deseen empezar a utilizar la firma digital, es necesario:
queFirma es el servicio de Firma Electrónica Cualificada de CartaSinSobre, emitida por el prestador de servicios de confianza cualificados Intesi Group S.p.A.
Dicho servicio da la posibilidad de asignar un Sello de Tiempo Cualificado para mantener el valor legal de un documento firmado en el tiempo aunque el certificado de firma caduque y tambien permite colocar un Código Seguro de Verificación para mantener el valor legal de un documento firmado digitalmente aunque sea impreso en papel.